lunes, 24 de septiembre de 2007

Rabietas

“A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas. Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el vómito, mis deseos hasta la obsesión, un abismo separaba las cosas que me gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la buenaventuranza al horror; si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto. Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me sublevaba era que una frase lanzada al descuido: “Debes hacerlo… no debes hacerlo”, arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba denunciaba su inconsistencia […]”

Beauvoir, Simone de, Memorias de una joven formal, Buenos Aires, Sudamericana, 1999. pp.15-16